Apenas decretaron el confinamiento por la pandemia de covid-19, Adrián Malagón entendió que no tenía más opción que permanecer definitivamente en Santiago de Chile.
A mediados de 2003, tres viviendas se incendiaron en la zona 5 del barrio José Félix Ribas de Petare. Wilmary Fernández, entonces de un año y medio, estaba en una de esas casas.