5.- Era mi deber no dejar solo a ese niño, por Jennifer Rudas / En el 10mo semestre de la carrera de medicina, a Jennifer Rudas le tocó cumplir una guardia en el servicio de ginecología y obstetricia de un hospital del oriente de Venezuela. Allí, una noche, llegó una mujer embarazada a punto de dar a luz. Pero apenas tenía 20 semanas de gestación, es decir, apenas unos 5 meses.
4.- Solo quería tener a su hija cerca, por Yohennys Briceño / Un padre llega una noche a su casa, en Lima, y se encuentra con que su cuñada se ha llevado a su hija. Poco tiempo después descubre que no están en Huancayo, en el centro de Perú, sino en Chile. Al no dar con ellas, decide él mismo cruzar el desierto de Atacama, el más árido del mundo, en la frontera entre Perú y Chile, para buscarla.
3.- No era un mutante, como pensaba, por Gloria Pino /La psicóloga Gloria Pino —muy alta, muy delgada, como nadie en su familia— vivía con dolores, cansancio y un palpitar en su corazón. Fue a muchos médicos, pero ninguno lograba dar con un diagnóstico certero. Hasta que una doctora se detuvo a analizar su historia en detalle. Ese día escuchó por primera vez que existía el síndrome de Marfan, una enfermedad rara que afecta a 1 de cada 5 mil personas.
2.- Que en su cédula no decía semilla sino Milagros de Jesús, por Decci Plaz / Primero ocultó que tenía cáncer de mama. Después, cuando no pudo seguir escondiéndolo, se negó a someterse al tratamiento de quimioterapia. Tuvo metástasis en distintas partes del cuerpo. Milagros tenía la convicción de que estaría con vida para ver a Kimberly, su única hija, graduada de médico.
1.- Una enfermedad no define a nadie, por Nathalie Arismendi / Era todavía estudiante de medicina cuando, en una de sus primeras guardias, suturando una herida en la cabeza de una mujer indigente, Nathali Arismendi se pinchó el dedo. Semanas después de ese accidente laboral, comenzó a tener fiebre y los ganglios inflamados. Una prueba de VIH dio positivo. Pero ella estaba segura de que era un diagnóstico erróneo.