Otras versiones:
Era muy pequeño todavía cuando un sacerdote le dijo que, aunque no todos éramos buenos para todo, siempre seríamos bueno para algo. La frase quedó resonando en la mente de Rongny Sotillo, quien, a lo largo de su vida, se dedicó a descubrir para qué era bueno él. Esta historia testimonial recibió una mención especial en el concurso de cómics de La Vida de Nos.